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Gestionar los RR HH y liderar el proceso de cambio

Usar la matriz 2MSI para gestionar los RR HH

En los capítulos anteriores, hemos aplicado la 2MSI en contextos de proyectos, como procesos de auditoría, de EDSI o de infogerencia. También hemos tratado de la organización de la DSI. Nos falta saber si nuestra tabla de lectura 2MSI puede ser útil para monitorizar la gestión diaria de los SI. Aquí ya no nos encontramos en una lógica de diseño estratégico y estructurante aplicada desde el exterior por «sabios» (como en una intervención de consulting), sino dentro de la óptica de la gestión de recursos humanos de manera interna, aplicada por el mismo director de los sistemas de información.

Para eso, a continuación tomamos cuatro campos de acción que constituyen pasos obligados para los SI managers, y miramos, para cada uno de ellos, si hay un valor añadido al asociarlos a la matriz 2MSI: la gestión de las competencias, la de los objetivos, la de la calidad y, para terminar, la gestión de la dirección del cambio.

Gestionar las competencias

Para atender a las distintas misiones que le corresponden, el SI manager debe rodearse de un equipo con competencias externas y avanzadas. Entonces se preguntará por la naturaleza de estas competencias y las calificará con precisión para desarrollar una reflexión organizativa: ¿qué competencias conservar internamente? ¿Cuáles externalizar? ¿Cómo organizar las competencias internas y agruparlas bajo la forma de puestos?

Aquí proponemos agrupar las competencias según tres principios: coherencia, complementariedad y realismo.

Coherencia. La coherencia intrínseca de un puesto se encuentra en la homogeneidad de las competencias necesarias para dar respuesta a las exigencias. Salvo raras excepciones, no se puede esperar de un mismo colaborador que sea competente en todos los campos y sepa reaccionar en todas las circunstancias. Se trata de diseñar agrupaciones de competencias cuyo perímetro es accesible para un mismo individuo. Es decir, para una persona depositaria de funciones y de cualidades compatibles entre ellas.

Complementariedad. Durante la composición de un equipo, en primer lugar el manager busca acomodar las competencias para cubrir todo el campo de sus necesidades, atender a los volúmenes estimados y segurizar los ámbitos de competencias que no se toman vacaciones (binomios, solapamientos, etc.). Una vez servida esta primera etapa, ambiciona una dinámica de equipo, es decir, complementariedades que transcienden la simple suma de los individuos para dar respuesta a la emulación, la actuación colectiva, la creatividad y la vigilancia estratégica.

Realismo. Es inútil imaginar agrupaciones de competencias que terminarían por crear puestos para los que la oferta del mercado sería inexistente. Entonces es preferible encontrar una división conforme a los usos de la profesión y, específicamente, en concordancia con la estructura de las formaciones profesionales existentes. Condición necesaria, por ejemplo, para ir a cazar colaboradores recién graduados.

Después de haber procedido a la definición de los puestos y reclutado a los colaboradores correspondientes, el manager se dedicará a mantener y optimizar su «stock» de competencias, es decir...

Gestionar los objetivos

Los objetivos son una parte fundamental de toda gestión. Sin embargo, prefieren estar dentro de entornos que, como los sistemas de información, no conocen un estado estable ni períodos sin cambios. Así, condenado a pedalear para no caerse, el SI manager tendrá que instalar la gestión de su equipo dentro de una dinámica de continuos cambios. Dinámica que se transforma mediante la definición de objetivos individuales y colectivos.

Los objetivos pueden tener su origen en un planteamiento prospectivo definido dentro del marco de una reflexión estratégica (EDSI, GPEC). Entonces le dan sentido a la acción colectiva (gestión y DSI) y permiten disponer de una tabla de lectura, incluso de una visión, que autoriza elecciones informadas, o al menos con información. En este proceso, la matriz 2MSI organiza a la vez un planteamiento estructurado de los objetivos para cada una de las piezas, luego un seguimiento de las acciones iniciadas y, por último, una visualización por pieza del nivel de realización de cada objetivo.

La matriz también permite organizar objetivos más operativos, definidos al nivel de la DSI. En este caso, primero será útil para organizar las ideas que emergen de una brainstorm colectiva (en el equipo DSI). Luego, para analizar la coherencia del conjunto de estas ideas y transformarlas...

Gestionar la calidad

Armada con sus tres criterios y nueve subcriterios de caracterización de los estados del SI, la matriz 2MSI se ha diseñado de manera nativa para dirigir un proceso de calidad.

Uso de la matriz 2MSI como tabla de análisis de la calidad

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Sin buscar desarrollar una teoría de la calidad, simplemente podemos avanzar que la 2MSI es útil en todos los niveles de implementación de los sistemas de gestión de la calidad, que resumimos de la siguiente manera:

  • La calidad conformidad consiste en normalizar las prácticas para estabilizar su aplicación dentro de un contexto de reproducción. Este proceso se interesa tanto por la estabilidad como por la conformidad del resultado (control de calidad). Entonces se alcanza la calidad si se ha respetado el proceso y si el resultado obtenido es conforme con las características predefinidas. Este primer nivel de planteamiento de la calidad no se interesa por la adecuación del proceso de fabricación ni por el valor funcional del producto o servicio que resulta.

  • La calidad alerta se interesa de igual manera por el proceso y por el resultado, pero dentro de un proceso que da preferencia al respeto del producto o del servicio y no toma el proceso por objeto. Nos lleva a colocar indicadores, puntos de control o de alarmas, destinados a detectar las salidas del camino y a tomar las medidas para volver a llevar...

Gestionar la dinámica de cambio

Dentro de las corrientes de pensamiento relacionadas con la gestión de las organizaciones, la cuestión del cambio tiene un lugar específico. En efecto, para el manager se trata de comprender los mecanismos del cambio, o más bien los mecanismos de resistencia al cambio (preferiblemente, un cambio elegido o controlado por el manager), para desarrollar métodos contra el fuego, que aspiran a superar los frenos y a ganar la adhesión de los gestionados.

El cambio que tratamos aquí puede muy bien ser el cambio tecnológico, el cambio de los modos de gestión o el de la organización de las personas. En esta sección, no nos interesamos por el objeto del cambio, sino por la naturaleza de su dinámica y los retos de la dirección del cambio. Nuestra experiencia nos lleva, sin pretender ser exhaustiva, a identificar algunos retos frecuentemente asociados a los flujos de cambio a los que están sometidos los sistemas de información: 

  • La priorización. Que consiste en tomar nota de que todo no se puede realizar al mismo tiempo y es necesario hacer elecciones jerarquizadas.

  • La articulación. Que lleva a identificar las asociaciones entre distintos flujos de cambio para tomar en consideración sus interdependencias e interacciones.

  • La difusión. Que considera al cambio como una onda cuyas características y limitaciones determinarán el orden y la intensidad de su difusión dentro de la organización.

  • El efecto zurcido. Riesgo asociado a un proceso de cambio aislado de su contexto y para el que las tensiones...