Introducción
La tarjeta micro SD (Secure Digital) de la Raspberry Pi ofrece a los usuarios una gran flexibilidad
de uso. Basta con cambiar la tarjeta micro SD para iniciar rápidamente
en otro sistema.
El arranque de la Raspberry Pi requiere, necesariamente,
una tarjeta micro SD. Sin embargo, nada le impide, una vez arrancado
el sistema, hacer que el sistema funcione en una memoria de almacenamiento
externa, llave USB o disco duro.
Este capítulo presenta los elementos
que debe tener en cuenta durante la elección de una solución,
así como un ejemplo de puesta en marcha con una llave USB
de 4 GB dividida en dos particiones de 2 GB. Esta descripción
se aplica a los soportes externos de cualquier tamaño.
Después de la preparación
de la llave USB para su uso con la Raspberry Pi, el montaje manual
o automático de las particiones presentes en el soporte
externo permitirá ampliar las posibilidades de la Raspberry
Pi.
El uso de la línea de comandos para
realizar todas las operaciones facilitará adquirir el control
de este entorno, que desde un punto de vista de su uso es sencillo
y habitualmente mucho más potente que las herramientas
en modo gráfico. Normalmente esto no es más que
una forma de ocultar la flexibilidad y riqueza del shell.
El uso de una memoria de almacenamiento masivo
externa en modo gráfico, se trata en el capítulo
Utilizar el modo gráfico.