Introducción

La funcionalidad denominada Escritorio remoto permite tomar el control de un ordenador a partir de otro. El usuario que toma el control puede utilizar el ratón, el teclado… y ver todo lo que sucede en la pantalla remota como si se tratase de su propio ordenador, e interactuar con ella.

Esta utilidad puede resultar muy práctica, por ejemplo, para ayudar a un amigo que tiene algún problema informático o bien para conectarse al ordenador del trabajo desde el domicilio o desde cualquier otro sitio; el usuario puede acceder, a distancia, a sus archivos, sus aplicaciones y a los recursos de red disponibles en su equipo de oficina.

Pero antes de activar esta funcionalidad, deben cumplirse varias condiciones. Para empezar, el ordenador «cliente», el que utilizará para tomar el control, debe tener instalado Windows 8 o posterior y, si forma parte de una red de empresa, esta última debe autorizar las conexiones a Escritorio remoto. En segundo lugar, el programa cliente de Conexión a Escritorio remoto debe estar instalado en el ordenador cuyo control se toma (ordenador remoto o «host»). Los ordenadores remoto y cliente deben estar conectados a Internet a través de una conexión VPN; si no es el caso, entonces es la dirección IP real del ordenador host la que se utiliza.

Cabe remarcar que, a pesar de todo, es posible utilizar la conexión a Escritorio remoto incluso aunque uno de los ordenadores funcione con Windows 7, Vista, XP o Windows Server. En la conexión...

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